Diseño de packaging
No juzgues un libro por su portada
Quién no haya alguna vez comprado un libro (o una película, o un vino, o unos cereales) solo por el dibujito de la portada, que tire la primera piedra.
Eso demuestra el gran poder de un buen packaging. Tenemos que hacer que el cliente se enamore de nuestro producto sin haberlo probado. ¿Cómo podemos hacerlo?
Pues poniéndole un lacito muy vistoso, evidentemente.
El packaging también es marca
Además de enamorar al potencial cliente, un packaging también habla de tu marca. La originalidad o diseño de un producto pueden ser el detontante para comprarlo porque también nos conectan emocinalmente con la marca que representan. Los valores de marca también están presentes en el packaging, y el branding es uno de los factgores a tener en cuenta a la hora de decidirnos por un envase, tan importante como otros factores de conservación, transporte y costes.
El ejemplo más evidente lo vemos en los productos de marcas con valores Bio, eco, green, etc, que utilizan envases más amigables con el medio ambiente (como papel o cristal) y que el consumidor, al ver el producto, conecta con esos valores y con el discurso coherente de la marca que los predica.