¿Cómo utilizar debidamente el e-mail marketing?

Lo primero es tener claros los objetivos: ¿qué queremos conseguir? Ventas, fidelización, remarketing, posicionamiento, notoriedad…

La segunda gran pregunta es: ¿a quién se lo vamos a enviar?

Si contamos ya con una base de datos de clientes que han autorizado los envíos comerciales, podemos empezar por ahí. Si no tenemos base de datos, o queremos ampliarla (es lógico que el crecimiento sea constante) deberemos primero plantearnos cómo conseguir nuevos correos.

A eso se le llama captación de leads. Un formulario en la web ofreciendo un descuento como gancho es la fórmula más común en las ecommerce, pero puede haber otras, normalmente acompañadas siempre de un reclamo que haga que nuestro cliente se interese por suscribirse a nuestra newsletter (contenidos de valor, envío de ofertas personalizadas, acceso a contenidos en primicia, etc).

No todo el email marketing es correo basura

El e-mail marketing tiene una connotación negativa. Lo cierto es que el buzoneo digital sigue muy vigente, y es tedioso y molesto tener que vaciar constantemente nuestra bandeja de entrada de mensajes basura. A pesar de eso, el email es un magnífico canal para recibir ofertas, información, novedades o contenidos de las marcas que más nos interesan.

Aquí viene la primera gran clave del email marketing: no insistas en mandar correos a la gente que no quiere recibirlos, o la reputación de tu empresa se verá negativamente afectada.

La tercera  gran pregunta: ¿qué vamos a enviar?

Tener una estrategia de contenidos para saber como hacer los envíos es quizás la parte más difícil del email marketing. Si no mandamos contenidos de valor, nuestros usuarios se darán de baja de nuestro servicio y perderemos el contacto.

La cuarta pregunta: ¿cuándo lo vamos a enviar?

La temporalidad es importante. No dependerá solamente de nuestro presupuesto, sino de lo que nuestro público espera. No son pocas las marcas que permiten al usuario elegir la asiduidad con la que desean recibir newsletters. La línea suele ser fina, porqué aunque en un momento se hayan interesado por nuestro producto, si el envío comercial es insistente, lo considerarán molesto y se darán de baja.

La última pregunta: ¿cómo lo vamos a enviar?

Lo más común es usar gestores de mailing o CRM con múltiples funcionalidades que permiten gestionar la base de datos, generar informes de resultados, diseñar las plantillas de nuestro email e incluso generar la landing page en la que queremos que el usuario aterrice al clicar en nuestros enlaces.

Existen muchos, como el archiconocido Mailchimp, Sendinblue o el popular Acumbamail, una alternativa española.