Aquí estamos de nuevo con una nueva entrega de Aporta o aparta, el podcast que emocionó a Spielberg.

¿Hemos captado tu atención? Pues es totalmente falso, claro, pero bueno, para que veas que dominamos los trucos más sucios para persuadirte. Sigue leyendo, que hoy comentamos un concepto tan básico como importante en cualquier estrategia: el embudo de conversión.

Por cierto, decíamos que estrenamos formato, con unas butaquitas más pros, pero también es mentira, ya las estrenamos en el podcast anterior, lo que pasa es que el podcast de hoy se grabó primero, y nuestra cabeza en ese momento no lo procesó. ¿Una chorrada? Sí, como una casa, pero por si acaso, que hay mucho nini hater.

 

Qué es un embudo de conversión y cómo aplicarlo en tu estrategia

El embudo de conversión, o conversion funnel, para no perder la jerga marketiniana, es una técnica para analizar el flujo de las acciones comunicativas de tu marca, desde el primer impacto que el público recibe, hasta la fidelización del cliente final.

Un embudo de conversión, como bien recalca Dani en un alarde de literalidad, tiene forma de embudo 👏. Es decir, ancho de arriba, más estrecho de abajo, y su finalidad es la de llevar a la mayor cantidad de clientes a través de su recorrido, para que acaben comprando, contratando, suscribiendo, o la que sea que consideremos la acción de conversión para nuestro negocio.

Es importante decir que no es necesario obsesionarse con un embudo único. Podemos tener un embudo principal, pero también un embudo para cada canal. Por ejemplo, en un e-commerce el embudo principal será basado en la compra del producto, pero podemos tener también un embudo para redes sociales donde la conversión sea, por ejemplo, llevar tráfico a la web. Eso dependerá totalmente de nuestra estrategia según nuestro negocio.

Aquí dejamos un pequeño esquema de embudo de conversión que podéis usar a vuestro gusto.

embudo de conversión olalon

Malas prácticas en estrategias de marketing

La segunda parte del capítulo son algunos tips para saber lo que NO hay que hacer. Las listamos:

 

  • No abras redes sociales sin plantearte para qué las vas a usar.
  • No uses los canales con objetivos que no se corresponden a la naturaleza propia del canal, o con un lenguaje que no corresponde al formato habitual. Es una estrategia muy disruptiva, puede ser una buena idea tratar de romper las reglas de un canal, pero ojo, los algoritmos mandan. No intentemos adaptar las reglas a nosotros. Suele funcionar mejor hacerlo al revés
  • No hagas acciones de marketing sin analizar. Tan obvio que duele. Si no analizas, no puedes sacar conclusiones.
  • No copies la competencia de forma muy evidente.  Si copias de forma descarada, acabas siendo un segundón.
  • No promociones sin segmentar. Ojo, porque las plataformas lo ponen fácil para que hagas los anuncios y les pagues por ello, pero la efectividad de los anuncios que no están bien configurados suele ser muy pobre.

 ¡Y eso sería todo!

Se aceptan críticas, sugerencias y solicitudes de presupuesto en  [email protected] o en nuestras redes sociales habituales.

 

Venga pues, ¡ciao!

 

Albert Dalmau CEO & marketing strategist

Dedicado en cuerpo y alma a crear estrategias comunicativas eficaces con un enfoque claro: para vender, primero hay que conectar. Bueno, y mis ratos libres voy en moto y toco la guitarra, que también es bueno relajarse un poco  😉

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